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Medias y pantys

Lo esencial de la lencería sexy

Por las sensaciones que proporcionan, para alimentar o satisfacer una fantasía, para llamar la atención o simplemente para darle un toque picante a sus relaciones sexuales... Sea cual sea tu motivación para llevar esta lencería, todas las razones son buenas

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Medias y pantys: los imprescindibles de la lencería sexy y fetichista

Sensuales, suaves, prácticas, elegantes... las medias y los leotardos están presentes en la mayoría de los armarios y están disponibles para todas las ocasiones.

Llevar medias y leotardos

Si tiene alguna duda sobre esta categoría de ropa interior, esta sección le ayudará a entenderla.

¿Cuál es la diferencia entre los dos estilos?

Se detienen en las pantorrillas en el caso de los pantalones hasta la rodilla, si no, por encima de las rodillas o por encima de los muslos. Las medias se sujetan mediante liguero o un sistema de autoanudación que permite que el liguero se adhiera a la piel desnuda. Algunas medias empiezan en los tobillos y terminan en los muslos para que los pies puedan permanecer desnudos, para deleite de los fetichistas. Se dice que las mallas son más cómodas cuando no constriñen la cintura, y pueden borrar algunas pequeñas curvas esculpiendo toda la figura. En cuanto a las medias, aportan una sensación muy particular: la persona que las lleva se siente más fuerte, más deseable y, sobre todo, más sensual. Al principio pueden resultar difíciles de llevar, por lo que algunos son más adecuados para el día a día, mientras que otros se reservan para un uso ocasional.

¿Cuándo debo llevar medias o leotardos?

No hay ningún acontecimiento específico: sea cual sea la estación o la hora del día, pueden llevarse tanto en la vida cotidiana como por la noche, en verano o en invierno. En cualquier caso, son sensuales, realzan la figura y te hacen sentir sexy para cualquier ocasión. Sin embargo, algunos materiales y cortes son más adecuados para las circunstancias. Y para sentirse bien en lencería, lo mejor es combinarlos con liguero, sujetador, braguita y tanga a juego.

¿Por qué llevar medias y leotardos?

Verdaderas bazas de seducción, ya sean medias o pantys, aumentan la confianza en ti misma, moldean tus piernas o glúteos, visten cualquier conjunto e incluso te mantienen abrigada en el caso de los tejidos opacos. Este accesorio ajustado alarga y afina la figura, pero no sólo eso. Para los fetichistas, hay algo terriblemente erótico en ver a una mujer o a un hombre vestidos así. Pueden encontrar placer en la simple contemplación, en el tacto del textil deslizándose sobre la piel, o eligiendo llevar un par, a escondidas bajo una prenda o en la intimidad. Como cada cual tiene sus preferencias, la elección del material depende de ti o de tu pareja.

¿Cómo elige sus medias y leotardos?

Encontrar el par adecuado a la primera no siempre es fácil. Las personas que acostumbran a llevarlos o los fetichistas ya tienen sus propios criterios de selección. Sin embargo, si es tu primera vez o si quieres probar un par muy sexy o un poco más original, por ejemplo para dar tus primeros pasos en el mundo BDSM, hay algunos criterios a tener en cuenta.

Los distintos materiales

Tanto las medias como los leotardos han evolucionado desde su creación. Hoy existen todo tipo de materiales que atraen a un público mucho más variado. Por ejemplo, para una fiesta BDSM y un look más severo, puedes optar por medias wetlook o de vinilo, ya sean negras o rojas, con borde autoadherente o liguero. La lycra es sin duda el material más resistente para un accesorio duradero, pero el nailon suele ser el preferido por los fetichistas a los que les encanta acariciar la pierna o el pie enfundados en él. Algunos modelos pueden contener elastano, como suele ocurrir con los de talla única, para darles más elasticidad. Las mallas gruesas pueden ser de microfibra y poliamida para que sean opacas y resistentes. Por último, también hay leggings de terciopelo que dan un aspecto boudoir o gótico muy popular entre hombres y mujeres. Suaves y cálidos, los leggings de terciopelo pueden completar tanto un look sobrio como un conjunto lencero.

Los diferentes diseños y cortes

Los pantys tienen cortes muy variados: los clásicos que se enrollan hasta la cintura, los abiertos para poder disfrutar de un momento íntimo sin quitarse la lencería, las nalgas desnudas con o sin efecto tanga que invitan a los azotes (por ejemplo, con una paleta y un pitillo, una fusta o un vencejo), o los modelos abiertos por los lados para un efecto liguero sin el mecanismo. Las medias van desde las de colegiala hasta las que llegan justo por debajo de las nalgas. En cuanto a los estampados, las mallas de rejilla son las más famosas, muy populares para un estilo bondage. Si buscas un efecto sexy y polivalente, los ligueros de encaje son muy populares. Algunos modelos también tienen dibujos a lo largo de las piernas. Pero si lo que quieres es llamar la atención, la discreta, aunque formidable, línea que va desde las nalgas hasta los talones es el camino a seguir. La mirada de tu pareja siempre querrá subir por la línea para encontrar su destino favorito.

¿Cuál es la mejor manera de llevar medias y leotardos?

Sea cual sea tu estilo o tu momento favorito para llevar esta lencería, siempre hay combinaciones que funcionan mejor que otras. El resultado puede ser sabio o travieso, pero no deja de ser erótico para ti y tu pareja.

¿Qué ropa me pongo con esta lencería sexy?

En la vida cotidiana, puedes llevar medias y leotardos bajo un vestido o una falda para sentirte sexy. Las mallas se llevan mejor con una minifalda, a menos que guardes este conjunto para tus juegos traviesos. En este caso, las medias permitirán a tu(s) pareja(s) tener siempre a la vista la línea de la liga. Para una noche swinger, elige lencería sexy discreta pero útil, como medias abiertas que permitan la penetración sin desvestirse.

¿Qué tangas y bragas llevar con ellos?

Combina tus medias y pantys con tangas y braguitas a juego para mantener tu conjunto sexy unido. Para materiales como la lycra y el nailon, elija estilos lisos o de encaje, aunque el látex, el vinilo y el wetlook también funcionan bien. El nailon, el algodón y el elastano combinan muy bien con el terciopelo. Como alternativa, para un efecto 2 en 1, siempre puedes optar por las braguitas con liguero, muy útiles para mantener tu lencería en su sitio durante todo el día. Por último, también puedes no ponerte nada y disfrutar del textil contra tu sexo. De hecho, a muchos fetichistas, tanto hombres como mujeres, les gusta conocer su sexo o contemplar el de su pareja cuando está moldeado por esta lencería sexy.

¿Qué accesorios BDSM deben utilizarse con medias y pantys?

Si estás planeando una velada íntima, añade accesorios a tu ropa interior para que la noche sea más ardiente. Los arneses de cuero visten cualquier look fetichista y completan un conjunto de lencería sexy con medias o pantys. Opta por un arnés de cuero con cadenas para disfrutar del placer del metal sobre tu piel desnuda y de todos tus juegos de sumisión y dominación. En función del arnés elegido, puede equiparse con una correa de enganche. El cinturón consolador también se puede llevar por encima de las medias o los pantys para combinar los negocios con el placer. Por supuesto, todos los accesorios del universo BDSM pueden combinarse con este tipo de lencería. Ya se trate de ataduras , bonetes, máscaras o pinzas para los pechos, todo combina con medias y pantys.

¿Cómo te pones las medias y los leotardos?

Como algunos tejidos son frágiles y otros pueden ser difíciles de poner, hay algunos consejos para ello. En el caso de medias y pantys de nailon, lycra, microfibra o elastano, recuerde quitarse las joyas y comprobar previamente que las uñas no se enganchen en nada para evitar tirones. A continuación, pon la ropa interior del revés y coloca primero la puntera antes de enrollar la tela por la pierna. Para las medias, adhiéralas o sujételas con pinzas cuando lleguen a la altura correcta del muslo, y luego iguale. Puedes sentarte y terminar de pie. Excepto en el caso del látex, que requiere la aplicación previa de polvos de talco sobre la piel, puede repetir este proceso para todos los materiales.

¿Qué otros usos tiene el BDSM?

Por supuesto, ya sea para una sesión sadomasoquista o para una fiesta fetichista, las medias y los pantys no siempre son sólo lencería sexy. En el caso de los materiales más elásticos y duraderos, las medias y los leotardos pueden utilizarse como ataduras para las muñecas o los tobillos, o como mordazas. Algunas personas fantasean mucho con la idea de utilizar las mallas como gorro. No obstante, asegúrate de que tu pareja puede respirar o expresarse de algún modo, para poder acortar la sesión si es necesario.

Historia de las medias

Las medias existen desde la década de 1590, cuando se empezaron a tejer a mano y luego a máquina. Pero en 1935, un químico estadounidense llamado Wallace Carothers inventó un revolucionario material plástico utilizado como textil: el nailon. Elástica, suave, resistente... reúne todas las propiedades que sustituyen a los antiguos modelos gruesos por la lencería sexy y delicada que conocemos hoy. En 1939 se comercializaron las medias de nailon, también conocidas como seda sintética, que se convirtieron en un éxito nacional. Diez años más tarde, se exportó a Europa y se convirtió en un accesorio de moda gracias a su gran variedad de estampados. Ya entonces se convirtió en un símbolo de sensualidad. Sin embargo, no fue hasta 1959 cuando las mallas se hicieron tan populares, ya que hasta entonces habían estado reservadas al mundo del espectáculo.

En 1962, el ingeniero Bernard Giberstein revolucionó el sector de las medias ofreciendo a las mujeres lencería cómoda y sexy. Poco a poco, la lycra se convirtió en un tejido tan popular como el nailon. Cuando se puso de moda la minifalda, se prefirieron las mallas y se empezó a ofrecer una amplia gama de modelos, en cuanto a color, grosor o estampado. Poco a poco, las medias y los leotardos se convirtieron en complementos de moda y luego en lencería, pero también en accesorios sexuales para muchos fetichistas y practicantes del BDSM que no dudan en ser creativos con sus fantasías.